Marbella
Abro con Marbella porque es noticia en corazón, pero, ojo al dato, la ciudad de la Costa del Sol sabe más que todo lo que se está contando en los medios de comunicación. No me apetece volver al 2005 y recordar la operación Malaya, demasiado trajín, viajes, hoteles, elijo la tumbona de esta terraza y escribir sin demasiado sufrimiento. Recuerden, empresarios, abogados, testaferros y políticos enfangados hasta la peineta con ramificaciones en Madrid, Pamplona, Málaga, Huelva, Murcia, Cádiz, Granada y Sevilla. Ni están ni se les espera, ni son todos los que son. Vamos al morbo. Totalmente cierto que Maite Zaldivar fue la última en enterarse del romance entre Cachuli y la Gitana. Lo qué dio al traste el feliz matrimonio entre el camarero y la cocinera metidos a empresarios de hostelería fue la política. Una vez que accedes a esta charca, la avaricia, el dinero, los chantajes, las traiciones, la impunidad de ostentar el poder hace todo lo demás, es carcoma. La aparición de un grano en el culo, el caballo de Atila, la tentación planificada, remató el resto. Si algo ha sabido hacer la tonadillera a lo largo de los años es no dejar títere con cabeza. Con Isabel Pantoja, pies de plomo. Fíjense los entramados políticos de altas esferas que toca, que ni después de muerta se podrá mover ni una sola pieza con referencia a muchos temas de su vida. Es para echarse a temblar. Con Diego Gómez no mantuvo ningún idilio, mentira. Fue una tapadera para ocultar a la persona que sí ocupaba el corazón de Isabel y que un periodista de la época publicó dando pistas. Nunca se volvió a tocar el tema, carpetazo. Hay personajes que nacen para irse de rositas. Sin ir más lejos, Txiki Urdangarin, el que en su día nada más hacerse pública la relación con la Infanta Cristina se apresuró a pasar por el cajero para apropiarse de los dineros en esa cuenta conjunta que mantenía con Carmen Cami, antigua novieta, bajo el teorema de Pitágoras de "lo tuyo es mío y lo mío también". Blanca se quedó la chica, sin galán y desplumada. Ahora, después de "interrumpida" la relación con su actual matrimonio palaciego, la mierda cae sobre Ainhoa Armentia, qué lástima. Con Mar Flores ocurrió lo mismo. Miguel Temprano y Lecquio se llevaron la pasta y encima cobrándose una vieja deuda de rivalidad con el Conde de Salvatierra, Cayetano Martínez de Irujo. Un dos por uno, cuñaos. Esto lo aplicas a la incógnita, la despejas y encuentras al culpable, es una adivinanza para tontos. Toma el dinero y corre, santurrón de paquetón. No, Ainhoa no traicionó a Urdangarin. Digan lo que digan en televisión. Voy a servirme un té con menta, disculpen. Otra cosita, después de trece años sin encontrar el cuerpo de Marta del Castillo y otras víctimas uno llega a la conclusión: para qué tanto despliegue por tierra, mar y aire; que si drones, personal de élite, uniformes, condecoraciones, si cualquier chulo, asesino, delincuente, es más listo que toda esta parafernalia junta. Nos chupamos el dedo, va a ser que no. Me preocupa que suceda lo mismo con Esther López, desaparecida en Traspinedo. Un pueblo en el que nadie vio nada, calla y cuando abre la boca es para mentir. Los bocazas de Twitter, esos que se las gastan al estilo policía científica, a bombo y platillo sugiriendo que están implicados tres guardias civiles. Qué atrevida es la ignorancia. Por menos cerraron la cuenta del camionero gallego, cuyos análisis sobre política, brillantes, dignos de aplaudir hasta que se te caigan las manos. A las dos horas de abrir nueva cuenta casi sesenta mil seguidores. Otra que tal baila, FACUA. Pide una ley que prohíba fumar en las terrazas. La subida de la luz, combustibles, alimentos, menuda chorrada, lo paga cualquier pringado, perroflauta, somos clase media y el sueldo medio 2300 euros. En España corre que se las pega la heroína a la hora de escribir. Burrada tras burrada, el país de Camilo José Cela, "Mazurca para dos muertos". Ya la cagué, tendría que seguir a continuación con Marina Castaño, no, me niego, se acabó.
Fuente: Julián Muñoz/miraloquehizo.es
