Motel Bates

Se puede amar con tantas pieles como amores. Poliamor, no, lírica cuántica, poesía, tal vez. No publicitemos lo que la ciencia desconoce, existe, punto. "Que skipped the light fandango, and turned cartwheels across the floor. I was feeling king of seasick but the crowd called out for more, the room was humming harder, as the ceiling flew away. When we called out for another drink the waiter brought a tray and so it was that later. As the miller told his tale, that her face, at first just ghostly turned a whiter shade of pale". La comida, exquisita. "No cambies de tema, mañana, al dentista". Tengo una fobia, lo sé. No puedo ver esa silla. "Flipo en colores, anular esa cita para rezar a una santa". Santa Apolonia, lo he leído en internet. "Claro, sal ahí fuera como un gurú, la danza de la lluvia, con este calor espantoso, es que has perdido la cabeza o qué". Cualquier remedio supone una esperanza antes de volver ahí. "Se llama dentista, verbaliza la palabra, el cura bocas, quita muelas, todos acudimos en caso de necesidad, no es un pelotón de fusilamiento". Hay personas que llegan a dormirse, relajados, como si visitaran Cancún. Que envidia, coño. Conocí a una mujer que con setenta y dos años conservaba la dentadura perfecta, ni una sola caries en la vida. "Bueno, muchos así y la profesión dejaría de existir, seguro". Mi bisabuelo materno no conoció jamás un dolor de cabeza. "Es una muela rebelde, del juicio, puñetera, fuera, dónde está el problema". Aguantarme requiere mucha paciencia. Este tema lo desborda. Irracional, infantil. Como el niño que no quiere el pescado y le haces el avión, lo mismo. Repugnante. No soy Argán. El enfermo imaginario de Molière. Un profundo análisis psicológico de la hipocondría. Odio las pastillas, las batas blancas, los quirófanos. Desde niño. Salí amargo como los pepinos, en este tema. A cualquiera que se lo cuentas: "Ah, eso no es nada". Los cojones, sí. He visto hacer autopsias, diseccionar cerebros, de maravilla. Pero la boca es otro cantar. La boca, para besar, morrear, intercambiar lenguas, ya ves, así, sí. Taladros, pinzas, jeringas, objetos metálicos, puntiagudos, dignos de la Santa Inquisición. Caries significa "podredumbre", fíjate. "Qué dolor es peor, el de parto o el de muelas". "No puedo contigo, Belén". Gloria Fuertes escribió un poema: El dentista en la selva. Con Pedro Calderón de la Barca, salgo corriendo. Recuerdan a Norman Bates, interpretado por Anthony Perkins en la adaptación de Alfred Hitchcock, de la novela homónima de Robert Bloch, Psicosis, 1960. Motel Bates es un spin-off de la saga, creada para televisión, dirigida por Richard Rothstein, 1987. Así vivencio ir al dentista, lo siento. "Mi mujer siempre observa las dentaduras, sobre todo, en los banquetes". Ya, es evidente la profesión, verdad. Lo contaba un catedrático de Derecho Penal en los años 90, quedé horrorizado, que miedo acostarse con ella. A mí me operó Rico, por la privada, las anginas, sin anestesia, decía que "el dolor, mortificaba, creaba líderes". Atado a una silla con un montón de correas, como Jack Nicolson en "Alguien voló sobre el nido del cuco". A todo meter, sonando, el "Cara al sol", no ocultó jamás su devoción al Generalísimo, franquista hasta la médula. Sangre por todas partes, en la ropa, el suelo, la silla entera ensangrentada. A gritos llamaba a mi madre: "Acúdeme". Una película de terror. Al salir de allí, meado, un helado de nata, cuya bola teñida de sangre arrojé espantado en la acera. Suficiente para elaborar un trauma, a lo mejor. Cinco, seis, siete años, no recuerdo. La escena no la olvidé jamás. Hasta el color de las alfombras, el pasillo, hall, impreso en la retina. A Whiter Shade of Pale.

Imagen: Psicosis/latercera.com


A Whiter Shade of Pale

Entradas populares