Se acabó

 Qué revolucionada está la maldita derechona esta mañana. Leo la noticia en El mundo, criticada por los seguidores de Vox, Partido Popular, la Legión, el catolicismo, hombres, mujeres, tan de ostia en la lengua los domingos, rosario y genuflexión. Pobres, que penita, virgencita. Dice así: "Traslado, desplazamiento, cambio de puesto, jornada o ubicación, la suspensión de empleo y sueldo, la limitación para ascender o, en caso grave, el despido disciplinario". Es el protocolo a seguir en caso de acoso demostrado e incluso una sanción económica. Tipificadas las actitudes de acoso. Elaborado por el Instituto de las Mujeres, organismo adscrito al Ministerio que encabeza Irene Montero. He tenido que esperar cuarenta años para ver algo así. SE ACABÓ. Nosotros fuimos de la privada en todo, así crecimos, colegio y sanidad. Pero en lo público ocurre tanto o más. Voy a relatar un hecho que fue verdad, un escándalo en Vigo, hace muchos años. Érase un psiquiatra, de prestigio, dinero y lujo, pero vicioso hasta decir basta. Abusaba de las pacientes, en clínica propia, bajo un aspecto impecable y finas maneras. Pero todo Vigo y resto de Galicia sabía de qué cojeaba el jicho. Puto jicho de los cojones, lo he odiado hasta después de muerto. Jicho, sí, palabra utilizada exclusivamente en León, Zamora, Valladolid y Vigo. Hoy la recupero, fíjate. Resumiendo, pasaron los años, y después de licenciarme en psicología, leo la noticia, con gran satisfacción. Aquel doctor que acumuló denuncias en saco roto, como la banca, ganaba siempre, era ajusticiado por unos encapuchados, en la noche. No robaron en su espléndida mansión y clínica. Fueron a buscarlo y lo ataron a un árbol. Lo sacudieron a ostias. Violaron a su mujer delante de él y le cortaron el pene, sin contemplaciones. Los motivos eran evidentes. Fue la comidilla por todas sus andanzas, también ejercía en la pública, preciosos y preciosas. Como este caso, a cientos, miles, tengo para escribir dos o tres novelas de terror. Ahora, mi profesión, medios de comunicación, radio, televisión y prensa escrita. Ni mano a una teta porque "tu pechuga es preciosa", ni al coño o la pajareta, por encima del pantalón, "es una broma", mientras el resto de subnormales ríen la gracia, con codazos. Se acabó. Ni grupitos a la hora del café aislando a la lesbiana, si es fea, es sospechosa por infollable, si es guapa, de pasarela, es de la acera de enfrente porque, fijo, todavía no encontró la polla de su vida que satisfaga al monumento. El poseedor de dicha polla, el frustrado de turno, que sueña con tenerla delante a cuatro patas, claro. A ver, esas señoronas, de derechas, que trabajan fuera o en casa y presumen de haber sido siempre respetadas. Eso no significa que no exista lo que cuento. Simplemente, usted no lo vivió, afortunadamente. Enhorabuena. Pero otras, con pesadillas hasta el suicidio, llevándose el secreto a la tumba. Detrás de una familia perfecta puede existir bullying, acoso silencioso, violación, y desconocerlo el padre y la madre. Incluso siendo los hijos mayores, adultos. Deje de vivir en la burbuja por interés propio. Podrán darse casos a diario, claro, pero ahora, la víctima tendrá dónde acudir bajo una inspección e investigación rigurosa, no será tan fácil salirse de rositas. Ni desayuné, ahora me levanto. Mi cuerpo pide descanso en la recuperación y sana, va sanando a golpe de calmantes. Tengo ganas de volver al despacho. Odio la medicación y las curas. Quiero que termine pronto la situación. Volver a saltar, andar en bicicleta, pasear por el Retiro. Una vida normal en alguien tan anormal como yo. Ayer, de madrugada supe del apagón. Bueno, da lo mismo. El mundo real, solo el mundo real y punto, suficiente. Iba a escribir sobre otro tema, ya ves. El doce de noviembre del 2020 empecé con el blog. Casi 9.000 visitas. "Yo tengo 39.000, es sobre recetas", una amiga de Barcelona. Vas a comparar un tema mayoritario, que interesa a todo el mundo, la cocina, con esto. Con total sinceridad, jamás pensé ser leído. La sorpresa va en aumento cuando miro el contador. Gracias, infinitas gracias a los lectores. Ustedes comprenderán que ni me llamo Federico ni me apellido Valls, pero por razones de cargo y personales, para evitar represalias, es lo mejor y adecuado. Y a tí, querida mía, que nos separan abismos, océanos, mundos paralelos, reales o no, decirte que la mejor estrategia de Aznar es apoyar a Casado, para ver caer desde una butaca, fumándose un puro, al susodicho merluzo y al Partido Popular, ese que le dio la espalda cuando quiso colocar a Soraya Sáenz de Santamaría como candidata a la Presidencia de este país. Y alguna "cosita" más. Lo dicho, feliz martes, ni te cases ni te embarques. 

Imagen: Paraguas. Rafal Olbinski. 2017/arteeartistas.com.br.


Leonel García. Un demonio


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