Telecojones

 Pasen y vean, niñas, al salón. Un libro no es un plato de comida que llevarse a la boca, lo sabemos. Pretender que cinco mil millones de personas en el mundo sean lectores compulsivos es una utopía. El género humano, la granja, elige antes definirse como "bebedor", "follador", "violador", los hay quienes no se cortan un pelo a la hora de ponerse medallas. Para qué aspirar a conocerse a sí mismo si la vida son dos días, vivamos en la apariencia, la frivolidad y al que le toque "morder el polvo" que se joda. Esto lo conocen al dedillo los medios de comunicación, la televisión y las religiones, por eso controlan el mundo de la mano del Padre, la Banca. Pretender que la caja tonta se convierta en una herramienta didáctica, de libre pensamiento, reflexiva, es pedir peras al olmo. La cuota de pantalla, porcentaje de audiencia, "share" y hacer caja. A Telecojones le importa un cojón los malos tratos, el feminismo, las víctimas, los verdugos, víctimas convertidas en verdugos, todo se lo pasa por el arco del triunfo. Se la trae floja. En sus programas basura siguen aquella dinámica de los años ochenta, que era un eslogan: "cuernos y putas, lo que vende". Y las rotativas echando humo a toda pastilla hasta llegar a lo que es hoy, un activo rentable del IBEX 35. En la hoguera de las vanidades, personajes que han sido portadas de lo que muchos denominan "caspa" o "cloacas del Estado" hacen su aparición en su versión más moderna, acorde a los tiempos, "que si fui fachorrón, franquista, un cabrón", ahora con un simple lavado de cara "paso a ser demócrata, liberal, republicano" y aquí no ha pasado nada. La chusma padece Alzheimer, envilecida de tontería, le toman el pelo y da las gracias. Como en matemáticas dos y dos son cuatro, en psicología también, claro. El circo romano con los esclavos y los leones, mola, sí. Recuerdo cuando acabó la docuserie de Rocío Carrasco algunos comentarios en la línea de: "Oh, no, y ahora con qué me voy a divertir". Un acertado tuitero contestó: "Cómprate un negro y que te abanique". Entretenimiento, evasión, como la lectura, en otro formato. Como me gusta la ironía. Resulta que Andalucía recibe setenta mil millones para paliar el machismo, los abusos y desigualdades hacia la mujer, dinero para los bolsillos de los políticos e instituciones que viven del cuento, pero lo justifican así. No se reforma en profundidad el código penal, se endurecen las penas, para nada, olvídense. De la misma forma que no se deroga la Ley Mordaza, ni tantas otras, quedó bárbaramente explicado en Los politicuchos, en este mismo blog. Tampoco van a modificarse las parrillas en televisión. No habrá contenidos que aborden la problemática de los autónomos, parados, pequeña y mediana empresa, de la mano de expertos "desconocidos". Ellos ya tienen a sus payasos habituales, en nómina, en cantera, ya sean economistas, abogados, representantes sindicales, la voz de su amo, las propias réplicas del sistema corrupto. Con lo sencillo que supondría, por ejemplo, debates en torno a la salud mental, ya que se aborda como problemática actual, todos los días, en titulares, el estrés, insomnio, suicidio, la soledad, el abandono, la familia tóxica, la violencia en los colegios, drogadicción, pornografía, el uso indebido de internet, la incomunicación, "menudo tostón". Programas abiertos, con invitados de la vida real, que aportan sus testimonios e intercambian experiencias junto con médicos, psiquiatras, psicólogos clínicos, "venga ya, no jodas". Así, en todas las televisiones, "imposible, peligroso, no es rentable". A mí, cuando me preguntan por los míos, dónde están. Pues, mire usted, han pasado todos, todos han gobernado a excepción de Podemos. Y digo gobernar sin pinzas, sin pactos de mierda. Como gobernaría este partido político con mayoría absoluta. Habría que darles una oportunidad. Pero, leo: "La Fiscalía de Baleares archiva la investigación sobre la red de explotación sexual de niñas tuteladas", 28/03/20. "Baleares rechaza de nuevo investigar los abusos a menores tutelados", 30/03/21. "El PSOE, Més y Unidas Podemos votan en contra de la creación de una comisión de investigación un mes después de que el Parlamento Europeo les pidiese explicaciones". Como se come esto. "Dónde están los míos", "no sé, busque usted bajo la cama", o "en los sofás". No, los míos, los suyos, no existen, están en la cabeza bajo una idea romántica, una ilusión. Todos, absolutamente, todos, en el ajo, a lo suyo. Venga, pan y circo con Nocilla, qué maravilla, a ritmo de petardeo, que suene la entradilla.

Imagen: 123rf.com


Molotov. Gimme the Power

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