Un milagro

 Ha sido un milagro, sí. Que volara literalmente dos pisos por el hueco de la escalera, sangre, heridas, curas y quince días de baja. La madre que me parió. La puta mancha de aceite, leches. Julio, preocupado, llama a la puerta. "Quédate a comer, pizza o lasagna, elige". Con este pijama a lo Gary Grant, y un hambre de león, sin dormir, hecho unas bragas, machacado, coño. Las carnes ardiendo, amoratadas e inflamadas. Cuidado en todo momento por Carmen y Belén, que casi mueren del susto, pobres. Siete vidas tiene un gato, aquí hay dos, Greta y Marlene. Fiesta, mucha fiesta. Miraculum, en latín. Spinoza, Hume, Kant, Kierkegaard, Aristóteles, Sócrates, Popper: "Un milagro es el concepto dado a un evento inusual que se cree sobrenatural". Hace unos años, en New York, un hombre caía desde el piso diecisiete y sólo torcía un tobillo. Cosas así ocurren. Cuatro cafés para levantarme. Son tiempos extraños. Las noticias abren con la violación grupal, siete, a una mujer de cuarenta años, en Badalona. La chusma escribe: nacionalidad. Mire usted, le contesto rápido. Nacionalidad: polla, cipote, picha, falo, verga, minga, chorra, nabo, pirola, pene. Blancas, negras, amarillas, de todos los colores. Hombres empotrando salvajemente sin permiso de la víctima, a la que consideran un agujero caliente, menos que un trapo, una mierda. Les queda claro o lo repito. No son mujeres con pitos de correa atados a las nalgas violando a otras mujeres. Son hombres y punto. Es indiferente que sean okupas, menas, africanos, españoles o de la conchinchina, si vienen en pateras, moto, coche, avión, visten sotana, blue jeans, o ropa de marca. Ocurre diariamente en todas partes del mundo. A veces, incluso, las trocean, asesinan y esparcen sus restos en un estercolero. Son un cero a la izquierda. Pura estadística, invisibles, encima. Porque los asquerosos quedan sueltos, vuelta a empezar, pasados de tuerca. Ustedes, moralistas, liberales, comunistas, fascistas, verdes, grises, o multicolor, la abeja Maya, Dartacan, vociferan, con total desfachatez, sin vergüenza, exigiendo procedencia. Localizado en partes bajas, para más señas. A tomar por culo. Asco da contemplar la miseria humana a diario. Verdadero asco, sí. "Apóyate en mi brazo, fiera, que vamos a comer". Así de tarde, cuando cuadra. Contentos y felices, bueno, a medias. Porque viendo el ganado, tela. A ver, contra la pared, en fila, pelotón, apunten, fuego. Y si son menores, idéntica medicina. Ni terapia, ni rehabilitación, ni desconsuelo. Por lo sano, sin piedad. A conocer otros mundos paralelos, que viajar enseña. No existe nada que más aterrorice al ser humano que la muerte, el dolor, y qué hay al otro lado. Pretendía tratar con humor el artículo, pero el toro empitonó. Ni un poema, unas letras, una canción. Todo llegará. Esta tarde quisiera pasear por el Retiro. "Comme tu dis, rien de tout", "oye, Tarzán, no jodas, anda". Pues tampoco, es evidente. La pierna tira, parezco El Lute en Camina o revienta. "Te acercas más al Correcaminos". Chungo, muy chungo. Acabaré pidiendo asilo político en Cantora. De postre, tocinillo de cielo. Menos mal. Después unos puzzles, lectura, anotaciones y besos, quiero besos, muchos besos. En el cuello, en la boca, con pasión. En esto consiste la recuperación.

Imagen: pinterest.com


Para vivir

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