La Virgen
"Retiran el cartel del concierto de Zahara en Toledo ante las presiones de Vox". Pobre virgen y su sexo maldito, al que la propia religión condenó a puta a través de todas sus hijas, las mujeres. Las mismas que son violadas, agredidas, asesinadas, silenciadas, olvidadas, en nombre de Dios, el falo y por cojones. Hoy llevo mala hostia en la pluma, cansado de tanta hipocresía, cinismo, propaganda de megáfonos atrofiados, perversos, que en el mundo real, en un autobús, no cederian jamás el asiento a una embarazada. Con Pedro Almodóvar ha pasado igual. No veo sus películas, da lo mismo. Pero que ese pezón con una gota de leche, Madres paralelas, haya sufrido censura, es para pegarse un tiro. Recuerdo aquel tema de Madonna, Like a prayer, o la película Ave María. La primera, su lanzamiento en 1989, la segunda, diez años después, 1999. Corrieron ríos de sangre, llegándose a prohibir su exhibición en algunos países. Un tema como el incesto que sigue siendo tabú en las gloriosas familias, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Que el clero viola, lo sabemos, la pederastia ha salido a flote a lo largo de la historia. Y bajo el lema de santidad en la familia típica el padre viola a la hija, la embaraza y a ese hijo se le hace pasar por hermano. La falta de visibilidad no justifica que no exista. Llegó a estar "tolerado" el señor o señorito que preñaba a la criada y a la que no le quedaba otra que regresar al pueblo para, encima, ser señalada con el dedo. Con la querida, también. El cordero degollado. Los mayores vicios se concentran entre quienes más reivindican la patria. "Por Dios, por la Patria y el Rey, moriremos nosotros también". De traca. Ayer creí morir de calor, tres cambios de ropa en un solo día, con desvanecimiento. No tendré agente literario pero mi vida es una novela. "El edificio tiene en la entrada, al fondo, con llave, el cuarto de las bicicletas". En Astolfi elegí una plegable, con ruedas pequeñas, ligera, en color negro. Hemos decidido pedalear por Triana, comprar alguna cerámica de recuerdo, las hay magníficas, preciosas: vajillas, jarrones, juegos de café, relojes, platos, piezas únicas por encargo, escudos heráldicos, macetas, fuentes, vírgenes, trabajos artesanales con la técnica de la cuerda seca. Mañana llegan Natacha y Helena, tocará guateque, fijo. Una fiesta es una fiesta. Nada que ver con la que se montó en Get the party started, hace catorce años, un culto a la muerte, con mucha simbología y a la que se prestó Shirley Bassey, la gran diva, indiscutible, y ese aclamado James Bond, al servicio de Su Graciosa Majestad, con todo lo que significa la corona británica. "I'm comin'up, you better get this party started, get this party started right now".
