Salta

 El Rey Arturo es una semiópera en cinco actos con música de Henry Purcell y libreto en inglés del compositor y poeta John Dryden. Se estrenó en 1691 en el Queen's Theatre Dorset Garden de Londres. El aria Cold Song muestra una escena en la que el Genio del Frío es despertado por Cupido. El Genio, enfadado, entre convulsiones, de manera desgarrada, le reprocha que quiere morir de frío, en paz. "Salí de casa con la sonrisa puesta. Hoy me he levantado contento de verdad. El sol de la mañana brilla en mi cara. Una brisa fresca me ayuda a despertar. Y digo, salta, salta conmigo". "No, usted no ha llamado a la Seguridad Social, esto es Hacienda, y aquí no trabaja Cupido". Al rato, Belén: "Oye, solo tienes una infección bucal, no vas a morir, tómate la pastilla, Neo". Odio cualquier medicación, una simple aspirina me lleva a imaginar una parada cardiorrespiratoria. Tengo una salud de hierro. No padezco dolores de cabeza y ya son catorce años sin una gripe. Limpio, sano, como un miura. En mi casa no existe el botiquín de urgencias. Lo que sea, a pelo. "Mi hermano ha traído empanada de zamburiña, de Pontevedra. Luego me paso". Dios, cuantos años sin comerla, que delicia. "Joder, eres peor que un niño chico, un aprensivo". Un incomprendido, el mundo ignora el poder de las farmacéuticas, su peligrosidad e intenciones y sí, el amor mata, pero el sistema mucho más. "Ya le he dicho que esto es Hacienda, no el Hospital Jiménez Díaz, hasta los huevos". Debo tranquilizarme, estoy perdiendo el rumbo, respira, camina por el pasillo, unas flexiones, a ver, recursos, León Felipe: "Ser en la vida romero, romero sólo que cruza siempre por caminos nuevos. Ser en la vida romero, sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo. Ser en la vida romero, romero, sólo romero. Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo, pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero, ligero, siempre ligero". Llamo a una amiga, La Quejicosa: "es el cumpleaños de mi padre, vete al dentista, plasta, que eres un plasta muriendo a chorros, que aburrimiento". Tremendas, las mujeres, cuando se lo proponen, un huracán se queda en nada. Maldita sea, romero, eso, quiero ser romero, mejor, James Dean, que tiraba piedras a una casa blanca, al este del Edén. "Aquella fue la primera vez, tus labios parecían de papel". Que ganas de comer esa empanada, un cohete a la luna, a la mierda, donde sea, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, también.

Imagen: Terror al dentista/dentisalut.com


Salta. Seguridad social

Entradas populares