Penélope Glamour
Mi vida es un infierno, no gano para disgustos. "La comentarista se jubila tras Tokio, con quince citas olímpicas a sus espaldas". Paloma del Río, Directora de Contenidos de la Dirección de Deportes de TVE, echa el cierre. Desde 1986, treinta y cinco años en la televisión pública. Magnífica profesional, valiente, coherente, sin enemigos, apreciada por todos los compañeros, deja el listón muy alto. Son las doce y suena el teléfono. "Oye, que has perdido a Simón, no está en casa, he buscado por todas partes". La madre que me parió, no jodas. Comienzo a tener el baile de San Víctor. Queda trabajo, miro el reloj. A las trece treinta le digo a Julio: "Conduce cagando leches". Estoy llegando a la esquina, stop: "Qué cojones es eso". Simón tan tranquilo, con dos perras de capricho, sí, de pedigree, Bichón Maltés y Pomerania. "Oiga, por favor, que ese perro es mío". Descuida, que el cabrón ni me mira de tan a gusto que va. "Il n'y pas de problème, j'habite dans cet immeuble". "No, si yo también vivo ahí". Gala, asomada, vigilante, como una posesa. Belén, alterada, corriendo: "Ha aparecido, no me lo creo, por Dios". Dorothy compungida, echando leña al fuego. "Enchanté". Carmen es la sobrina del difunto arquitecto, ha venido a ocupar el tercer piso. Alta, un metro ochenta, cincuenta y cinco kilos, kimono en tela chalis, estampado, enorme pamela de ala ancha, tipo sombrilla playera, rubia, ojos azules, perfecta portada de Vogue, explica cómo encontró a Simón a primera hora de la mañana, a quien dejó entrar complacida en su casa. Claro, justo al coger el ascensor, ahí vio la ocasión de husmear, el señorito Julián. Cerré la puerta sin advertir que el perro bajaba las escaleras, a su aire. "Mes chiennes s'appellent Greta et Marlene". "Mira que bien, podemos montar un circo". Natacha ya la conocía: "Es maja, maja, celebro tenerla de vecina". "A que se dedica". "A nada, es multimillonaria". "Como te acuestes con ella, te mato". Por favor, Belén, contente, chica, a ver si va a entender. "No ves que solo habla francés". "Hablo cinco idiomas, incluido el español, querida". No, si al final se va a armar una buena por una tontería. "De momento, quedan ustedes invitados al café. Pueden venir los perros, la idea del circo la encuentro sugerente". Hay que cagarse, que corte, vale, iremos. Tengo hambre, Simón mueve la cola contento. Gala y Dorothy siguen ladrando en el balcón. "Debe tener cincuenta y cinco años". "Sí, es la abuelita Paz, cuarenta y cinco, figura, que no estoy ciega". Para pegarse un tiro, mejor, callo. Otra vez la puta muela. Existe el mal de ojo, puñetas. Maldito lunes. "Vienes o te quedas, hay spaghetti". Soy pecador, no insistas. Éramos pocos, parió la abuela. La Quejicosa al teléfono: "Como están los dientes. Iker ya lleva dos ortodoncias con diez años. Hasta que no perdí toda la dentadura no fui feliz. Ese día mandé todo a la mierda". Pues ya solo falta Almodóvar. Como diría Carmen Maura: "Nena, tú vales mucho".
Imagen: Penélope G. /m.worldcosplay.net
