Bárcenas Superman

 Lo que sube beneficia al que tiene, lo que baja, también. Sube y baja el ascensor de la tómbola. Que Bárcenas señale a Mariano Rajoy, Dolores de Cospedal, Federico Trillo, Pío García Escudero, Francisco Álvarez Cascos, Ángel Aceves, Javier Arenas, Rodrigo Rato y Jaime Ignacio del Burgo, como personas que recibieron complementos salariales, "mordidas", con total impunidad de un jefe de Estado, tan bandido como el resto, en un partido político, el PP, que se financió ilegalmente entre 1982 y 2009, supuestamente, no supuestamente, con descomposición o apretados de barriga, sigue reventando ampollas. Que un periodista, redacción, insistan en sacar a la luz determinada información y no puedan, no significa que sean unos "vendidos". Que también los hay, perfecto, pero no confundan la mierda con el pasto. Es la cadena, el editor, propietario de un periódico, quien tiene la última palabra. No hay más. Si el medio es pequeño y se atreve, con todas las consecuencias, lo cierran, lo barren de un plumazo, todos al paro. Si no es tan pequeño, las demandas judiciales, el descrédito, presiones, chanzas, insultos, amenazas, incluso la vida en juego, lo finiquitan, también. Esos periodistas jamás tendrán trabajo en su profesión, a sembrar patatas. Bárcenas ya no tiene nada que perder, juega sus cartas, con razón, afrontando hasta el tipo,  que le maten no es tan sencillo, eh. Guarda las pruebas en varias cajas acorazadas, fuera de España, pruebas que en caso de muerte son revisables en otro país, con otra justicia y "el delito es el delito". Tiene hijos para responder. Me importa un bledo el perfil del extesorero del Partido Popular. Pero que tiene el puzzle completo y lo puede demostrar, sí, anda que no. Pleno derecho a utilizar ases en la manga, ahora, después, si le dejan. Suspiro, ay, que pena. Tantos Bárcenas escondidos, tragando carros y carretas; el polvo, el zz, ratas, gusanos y cucarachas. Lo vimos en el golpe del 23F. Prefirieron asumir cárcel a señalar con el dedo. Un precio altísimo, ojo. Un Bárcenas para la familia Pujol, nos divertiríamos muchísimo tirando de la manta. Otros Bárcenas para los papeles de Panamá, la cartera de Hacienda y sus tejemanejes, la de Interior, faltaría más, y Defensa, también, también. "Bárcenas" clonados con capa de Superman, volando por toda España, haciendo la peineta, sembrando la histeria de una estrella del rock. Sin familia, dispuestos a cantar, contar, demostrar, enseñar, y el tiro en la nunca, después. Así acabaría la película. El único final, fijo, no se admiten apuestas. Tiene que haber drama para ser taquillera. El periodismo no conoce de amistades. Son intereses creados. Es una de las profesiones más amargas y solitarias del mundo. Todo ficticio, pasajero, superficial, aunque el campo de abono sea la palabra, el papel, la pluma o bolígrafo. El ordenador, después. El alma va cargada sobre la primera línea. Nadie agradece, nadie recuerda, todo es amnesia. Aquel "Interviú" de portadas "llamativas" con reportajes de investigación magníficos en sus páginas interiores como tema principal. Hubo que elaborar una ley para hacerlo desaparecer. Prohibido escuchas, vídeos, grabaciones y cámara oculta. Una ley que sentenció al periodismo de investigación. Vamos, que te metes en un cártel de narcotráfico con lo puesto o en pelotas. El fin del principio. El fin de los precipicios y una muerte anunciada. En esta querida Madrid aguanto el letargo de los muertos, la invasión zombie, y hasta a la niña de El exorcista. Chucky que ni se acerque, avisaré al portero biológico, con discreción. No lloren, caramba. Déjense de cachondeo. Queda vivir, sentir, majaderos, aprendan a volar sobre la desgracia, leches, el sol, la luz, ahí fuera, mientras los pájaros cantan en la Plaza de las Salesas. Uf, qué a gusto me quedé, macho.

Imagen: Gtres/elmundo.es


Por la boca vive el pez

Entradas populares