Akiko

 Su hermana trabajó para el CSID doce años y ahora aceptaba un cargo en Londres. Le telefoneé y quedamos en un bar de Sevilla, cerca de La Campana. Al día siguiente, almuerzo en el Hotel Alfonso X, para ultimar detalles. Hablamos sobre una historia singular, un amor del pasado: Akiko. Qué significa, mujer qué brilla con luz propia. Por extraño que parezca, Akiko regresaba a su vida, aparentemente, de manera accidental, iba a convertirse en su jefe más directo en operaciones antiterroristas. La conoció veinte años atrás haciendo autostop de A Coruña a Madrid. En tan escaso trayecto se enamoraron de flechazo y Akiko llamó a su padre, diplomático, para conseguir otro billete de vuelo, además del suyo. Desde Barajas, dirección Tokio. La aventura duró un año. Akiko daba clases de español en una universidad cercana a Koenji, pero por frivolidad y rebeldía preferían vivir en Shimokitazawa, actualmente el barrio hipster de Tokio, antes mucho más humilde. Los fines de semana transcurrían en un yakatabune, propiedad de la familia, conservado impecablemente con sus farolillos rojos de papel. Al día siguiente, en ese almuerzo, volvería a mirarla a los ojos. Nervioso y recuperando el aliento, me dijo: "vámonos, quiero acostarme pronto".

Imagen: gotokyo.org