El amor es otra cosa
No, el amor no es para durar, es otra cosa. El amor es añadir, completar, sangrar, curar, fusión, perplejidad, aventura, imaginación, seducción, meditación, transgresión, explosión. Una noria inacabada, un columpio al vacío, precipitación, un movimiento de ajedrez, no es un contrato, una hipoteca, un juramento, un desahogo, la solución. No es pólvora mojada, un estanque, un arreglo, una nostalgia. A veces, es ocasión a destiempo, parada innecesaria, ocurrente, asimétrica, la verdad que temías por no estar a la altura, el aguijón que te salva de la mar en calma, el atrevimiento canalla, obsceno, irreverente, en el cajón de las ansias. El amor es vida, muerte, Eros, Tánatos, saludo, despedida, es el baile de las máscaras que estallan en el mármol frío, en los veranos ardientes, inviernos sombríos, el momento es irrelevante. Es un salón de espejos, gira, enloquece, enseña, fortalece. La sombra del amor es el camino, un área que descubre, idas, vueltas, una tuerca. "Bien, como le iba diciendo, no hay caries, es el nervio, una limpieza y terminamos". Tengo los ojos cerrados. "I could change the world, I would be the sunlight in your universe. You would think my love was really something good, baby, if I could change the world". El amor no es una pila alcalina, ni un remiendo, cari. "Ahora, durante dos o tres horas procure no comer ni fumar". Ya estamos, lo primero que haré al salir, encender un Lucky strike. He adelgazado dos kilos estos días, con la presión. "Tengo un par de películas, unos mojitos y a ver las estrellas". En mi edificio hay un patio interior con una fuente, dos naranjos, tres limoneros y unos bancos de hierro forjado. Suelo bajar con los perros, de noche, no he coincidido con ningún inquilino. La vida suele hacer estos regalos. Caminamos por Chamberí, de regreso, Belén me coge del brazo. "Cagón, ya pasó todo". Hay gente que se niega a amar. Está de vuelta de un naufragio y ha perdido el arte de volar. Es un error. Hoy escuchaba muy ufana a una vecina que presumía heroicamente de no haber amado desde su divorcio. La miré con asombro. "No, no me enamoro así sea el más guapo, un pincel, ni hablar". Imaginé a un náufrago intentando llegar a la playa en mitad del océano. Así de contradictorias pueden resultar las palabras. No he conocido ningún perro abandonado, humillado, maltratado, que no albergara el sentimiento de volver a ser querido, recogido, atendido, me niego a creer esta mentira, este mensaje de negación. Lo que oculta es justo el deseo contrario. El humano, apegado a las tradiciones, a ese corsé de reglas inamovibles, a heridas incapaces de sanar por falsos orgullos del pasado. Pasa página, respira, suspira, ríete, ocurrió, ya está. Continúa, desea, imagina y vendrá. Es un milagro, ocurre todos los días. Mira de frente al amor. No importa por cuanto tiempo, es la emoción. Ay, amiga, estés donde estés, ama hasta la extenuación, sin miedo, con ardor, como los poetas en las noches más oscuras, ama. "Decías algo, con quién hablas". "Con el amor, Belén, con el amor". Nos echamos a reír.
